lunes, 24 de diciembre de 2012

NUESTROS CUENTOS: EL DRAGÓN ARCOÍRIS



EL DRAGÓN  ARCOÍRIS
Hace muchos años, cuando aún  existían los dragones, en lo alto de una montaña vivía el dragón Arcoíris. Desde allí, podía ver todo el contorno de un pequeño pueblo de montaña, llamado Monteverde.
Arcoíris, era un dragón especial, su piel no era como la de todos  los dragones, verde, su color era  especial como él, de los colores del arcoíris como su nombre. Era  un  dragón   grande, pacífico, simpático, agradable y un poco gordito.
Desde su cueva, Arcoíris todos los días miraba hacía el pueblo, le encantaba ver los prados verdes, los árboles crecer y las gentes del pueblo  trabajando en el campo y en los animales.
Al dragón Arcoíris, le preocupaba mucho que Monteverde estuviera hermoso, porque le encantaban sus colores y que sus gentes estuvieran felices.
El dragón se encargaba de que el pueblo estuviera perfecto: soplaba cuando hacía demasiado calor para refrescar el ambiente, empujaba las nubes con su soplido cuando hacía falta la lluvia, y con su aliento daba color a todo el pueblo.
Pero durante un largo tiempo hubo una gran sequia, Arcoíris soplaba y soplaba para refrescar el pueblo, para que lloviera  y para que tuviera buen color, pero  no lo conseguía y Arcoíris se puso muy triste y se escondió en su cueva.
Las gentes del pueblo sabían que existía un dragón que daba color al pueblo, pero nunca lo habían visto  y pensaron que lo de la sequia era culpa de ese dragón.
Un día decidieron subir a la montaña a buscar al dragón. Buscaron en muchos sitios pero no lo encontraron.
Pasaron los días y un pajarito le dijo a Arcoíris que la gente del pueblo pensaba que él era el culpable de la sequia, y que lo querían buscar para matarlo. Al escuchar al pajarito, el dragón se puso mucho más triste y comenzó a llorar, el pajarito, al verlo así, le dice <<No te preocupes amiguito yo te ayudaré >>, pero el dragón no tenia consuelo y de su cueva salía un río de lágrimas que llegaba hasta el pueblecito.
Así, las gentes del pueblo pudieron regar sus cultivos y dejaron de tener sequía, pero no entendían como podía bajar un río con tanta agua sin haber llovido ni una sola gota y un agua tan especial. ¡De colores! No la habían visto nunca y se quedaron boquiabiertos.
Entonces el pajarito le dijo a las gentes <<Vosotros queríais matar al dragón porque pensabais que era el culpable de la sequía, pues este río tan especial que os ha salvado ha sido gracias a él, son sus lagrimas de tristeza por vuestro egoísmo ¡Él que tanto os ha cuidado y vosotros lo queríais matar! >>
Las gentes del  pueblo se dan cuenta de su gran error y suben a pedirle perdón al dragón. Desde entonces, todos fueron muy amigos y se ayudaron los unos a los otros.
AINARA GARCIA LAPUENTE  6º C -ANEJAS.

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