EL DRAGÓN ARCOÍRIS
Hace muchos
años, cuando aún existían los dragones,
en lo alto de una montaña vivía el dragón Arcoíris. Desde allí, podía ver todo
el contorno de un pequeño pueblo de montaña, llamado Monteverde.
Arcoíris,
era un dragón especial, su piel no era como la de todos los dragones, verde, su color era especial como él, de los colores del arcoíris
como su nombre. Era un dragón
grande, pacífico, simpático, agradable y un poco gordito.
Desde su
cueva, Arcoíris todos los días miraba hacía el pueblo, le encantaba ver los
prados verdes, los árboles crecer y las gentes del pueblo trabajando en el campo y en los animales.
Al dragón
Arcoíris, le preocupaba mucho que Monteverde estuviera hermoso, porque le
encantaban sus colores y que sus gentes estuvieran felices.
El dragón se
encargaba de que el pueblo estuviera perfecto: soplaba cuando hacía demasiado
calor para refrescar el ambiente, empujaba las nubes con su soplido cuando
hacía falta la lluvia, y con su aliento daba color a todo el pueblo.
Pero durante
un largo tiempo hubo una gran sequia, Arcoíris soplaba y soplaba para refrescar
el pueblo, para que lloviera y para que
tuviera buen color, pero no lo conseguía
y Arcoíris se puso muy triste y se escondió en su cueva.
Las gentes
del pueblo sabían que existía un dragón que daba color al pueblo, pero nunca lo
habían visto y pensaron que lo de la
sequia era culpa de ese dragón.
Un día
decidieron subir a la montaña a buscar al dragón. Buscaron en muchos sitios
pero no lo encontraron.
Pasaron los
días y un pajarito le dijo a Arcoíris que la gente del pueblo pensaba que él
era el culpable de la sequia, y que lo querían buscar para matarlo. Al escuchar
al pajarito, el dragón se puso mucho más triste y comenzó a llorar, el
pajarito, al verlo así, le dice <<No te preocupes amiguito yo te ayudaré
>>, pero el dragón no tenia consuelo y de su cueva salía un río de
lágrimas que llegaba hasta el pueblecito.
Así, las
gentes del pueblo pudieron regar sus cultivos y dejaron de tener sequía, pero
no entendían como podía bajar un río con tanta agua sin haber llovido ni una
sola gota y un agua tan especial. ¡De colores! No la habían visto nunca y se
quedaron boquiabiertos.
Entonces el
pajarito le dijo a las gentes <<Vosotros queríais matar al dragón porque
pensabais que era el culpable de la sequía, pues este río tan especial que os
ha salvado ha sido gracias a él, son sus lagrimas de tristeza por vuestro
egoísmo ¡Él que tanto os ha cuidado y vosotros lo queríais matar! >>
Las gentes
del pueblo se dan cuenta de su gran
error y suben a pedirle perdón al dragón. Desde entonces, todos fueron muy
amigos y se ayudaron los unos a los otros.
AINARA
GARCIA LAPUENTE 6º C -ANEJAS.
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