Uno de los
principales retos al que nos queremos enfrentar es convertir nuestras
Bibliotecas Escolares en verdaderos ejes motores de los procesos de
enseñanza-aprendizaje.
La
sociedad del siglo XXI es la sociedad de la información. La educación tiene que
estar al servicio de la Alfabetización Informacional
(ALFIN), al servicio del encuentro crítico con las múltiples fuentes de
información que constituyen el conocimiento actual. El proceso de cambio al que nos queremos
enfrentar tiene que estar en esa línea y nos deberemos servir para ello de los Proyectos Documentales Integrados.
La
Biblioteca Escolar ha de pasar de ser un simple lugar de lectura y ocio para
convertirse en mucho más: un centro de recursos a disposición de la Comunidad Educativa.
Se trata de apostar por la construcción individual y compartida de
conocimientos y saberes, a través de la investigación, de la búsqueda de
información, del cotejo de fuentes, de la apropiación de la información para la
autoformación, de hablar de la entrada en nuestras aulas de muchas voces más
allá de las del profesorado o de la del libro de texto. Hay que apostar por un
aprender a aprender continuo, a lo largo de la vida, más allá de la enseñanza
reglada, por desarrollar la autonomía y el espíritu crítico junto a todas las
capacidades del alumnado. Ello supone un cambio en la forma de entender los
papeles que en este proceso juegan el alumnado y el profesorado situando en
primer plano la realización de trabajos de investigación.
Pero
sigamos insistiendo, ¿qué es lo que queremos y realmente vamos a hacer? ¿Esto cómo se come?
Los
Proyectos Documentales Integrados, P.D.I., son pequeñas investigaciones en las
que el alumnado trabaja directamente con la documentación aprendiendo a
aprender y trabajar autónomamente.
Son proyectos
en la medida que son una estrategia metodología activa de aprendizaje en las
que se realiza un esfuerzo de investigación deliberado y focalizado en
encontrar respuestas sobre un tema con origen bien en el alumnado, bien en el
profesorado. Se trata de aprender más sobre un tema sobre el que se plantean
hipótesis, preguntas, inquietudes, cuestiones, interrogantes, sobre un tema del
que se piensa merece la pena saber más.
Son documentales
no como acumulación de información sino como apuesta por hacer, crear,
construir, descubrir, innovar, saber, conocer, entender, anunciar, informar,
participar, comunicar. Se trata de hacer una búsqueda de información, de
documentos, en múltiples y diversas fuentes, formatos y soportes que ha de ser
objeto de análisis crítico y sistemático orientado a pasar de un conocimiento
acumulado a un conocimiento creado y crítico.
Son integrados
en la medida que apuestan por el cambio curricular. El conocimiento creado y
crítico como respuesta a una necesidad de aprendizaje y conocimiento no deviene
en una única respuesta sino como fruto del encuentro entre las diversas
vertientes y dimensiones del conocimiento y los distintos agentes del
conocimiento, toda la comunidad educativa (alumnado, docentes, familias,
asociaciones, instituciones del entorno,…). Son respuestas globales a las
necesidades globales de conocimiento.
Consecuentemente,
nuestro proyecto común, nuestro “e-reading
for everyone” no es otra cosa que un intento de empapar a la Comunidad
Educativa que constituimos todos juntos y, en consecuencia, a las de cada una
de los centros, estas estrategias de alfabetización
informacional, el trabajo de proyectos
documentales integrados, donde la Biblioteca Escolar, entendida en una
perspectiva amplia como Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Enseñanza,
con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, como elemento
esencial, sea elemento dinamizador de la construcción del conocimiento por
parte de toda la Comunidad Educativa.
¿Nos
metemos en esta aventura? En todos nosotros está la respuesta.
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